29 dic 2010

El peligro que implica el nevado Chicón

El Centro de Estudios y Prevención de Desastres - Predes, preocupado por lo ocurrido en la provincia de Urubamba tras el aluvión del 17 de octubre del presente año, realizó una visita de inspección al nevado. Luego de recoger información en la misma zona, emitió un informe técnico en el que brinda recomendaciones que tendrían que tomar en cuenta las autoridades del Comité Provincial de Defensa Civil, en el más corto plazo.

A través de una crónica, les presentamos el problema real del
nevado Chicón, y las acciones realizadas hasta el momento.

Al promediar las 23:00 horas, se produjo un aluvión de regulares dimensiones en la microcuenca Tullumayo, proveniente de la laguna Pucacocha.

Lunes 18: el Comité Provincial de Defensa Civil de
Urubamba, realizó la evaluación preliminar de daños, determinando que la comunidad de Yanaconas Chicón y el sector de Chichubamba fueron los más afectados. Entre tanto en la ciudad, el lodo ingresó a varias casas de la avenida Mariscal Castilla.

Personal de Predes se desplazó hasta la provincia para asesorar al Comité, y determinar las acciones inmediatas para atender la emergencia. La evaluación de daños determinó que 144 familias están damnificadas y 581 afectadas, quedando decenas de campos de cultivo afectados.

Viernes 22
Un equipo de especialistas de Predes, emprenden el ascenso al nevado Chicón. Este equipo, además, está integrado por dos representantes de la municipalidad, un guía y sus dos asistentes, estos tres últimos de la comunidad de San Isidro Chicón.

10:00 a.m. se parte desde la ciudad de Urubamba hacia la punta de carretera (en camioneta).

10:35 a.m. se llega a la zona de Capulioc (el camino aún no es pesado, es una pampa ligeramente empinada).

11:46 a.m. se entra a la zona de Queuñayoc -bosque de Queñua, planta nativa- (lugar empinado, con un camino accidentado).

12:28 m. se sigue subiendo por la zona de Queuñayoc (3900 m.s.n.m).

2:23 p.m. se está saliendo hacia el abra de Queuñayoc.

5:10 p.m. se llega al final del abra de Queuñayoc, se divisa con notoriedad las cárcavas del aluvión que afectaron varias comunidades y a la propia ciudad de Urubamba. Se aprecia el imponente nevado Chicón.

Hubo algunas complicaciones en el ascenso, dos compañeros sufrieron fuertes calambres en las piernas.

Se acampa en la casa ecológica que construyeron los comuneros de San Isidro Chicón, con dinero ganado en un concurso sobre proyectos relacionados al cuidado del ambiente. Ellos vienen impulsando el turismo vivencial.

Sábado 23
Reconocimiento de las lagunas y las causas del aluvión.

06:41 a.m. se parte hacia las lagunas. El tiempo estimado de camino, nos indica el guía, es de 2 horas.

07:20 a.m. se está pasando por encima de la pampa de Ocoruruyoc. Se observa cómo se ha formado un inmenso lecho con el lodo y las rocas que se deslizaron. La neblina es espesa, y en momentos nos corta la visión del camino.

Estamos sobre los 4545 m.s.n.m. Estos datos le da el equipo de GPS (Sistema de Posicionamiento Global) que lleva mi compañero, el mismo que servirá para marcar los puntos a los que estamos llegando.

09:17 a.m. se llega a dos lagunas, Qomercocha y Wiñajcocha. Estamos a pocos kilómetros del nevado. Desde donde nos encontramos, se observa los grandes bloques de hielo y el manto de nieve que cubre al Chicón.

Nuestro guía, Ober Mañaccasa, nos indica que la laguna de Wiñajcocha ha crecido en comparación a meses anteriores, sus aguas discurren por un pequeño riachuelo que llega hasta la pampa de Ocoruruyoc, formando junto a otros riachuelos, el río Chicón, que en la ciudad de Urubamba toma el nombre de Tullumayo.

Ober, nos precisa que algunos kilómetros cuesta arriba, existe otra laguna más grande, la que por el momento no recibió ningún nombre.

10:33 a.m. tras haber caminado por una alfombra de rocas de diversos tamaños, y muchas de ellas, inestables al momento de pisarlas, podemos ver frente a nosotros al imponente nevado Chicón, coronado todavía su cima con algo de neblina.

Donde nos encontramos, el GPS nos indica una altura de 4780 m.s.n.m. Aquí el frío se asemeja a un refrigerador, se escuchan los silbidos que el viento le arranca a las rocas y a los grandes bloques de hielo.

“Es increíble, pareciera que hubiera explotado el hielo”, exclaman los dos jóvenes ayudantes del guía, Juan Carlos Quillahuamán Huamán y Juan Pablo Huamán Tunqui. Es cierto, parece ser una explicación lógica, al ver grandes trozos de hielo -que podría llegar a medir el tamaño de una habitación- desperdigados a varios metros.

Frente a esta fractura de hielo se aprecia una laguna, la que han bautizado los comuneros como Riticocha. Ober, no puede terminar de creerlo. Cuando vino a este lugar hace algunos meses, no encontró tal escenario, ni mucho menos la laguna. “Sólo era como un pozo con agua”, nos afirma.

Nuestro compañero, Alfonso Díaz, nos da una explicación de lo que podría haber sucedido. El hielo del nevado comenzó a desintegrarse por el cambio de temperatura (semanas anteriores el cielo estuvo despejado y con un fuerte brillo solar), formando esta laguna. Mientras que la diseminación de las rocas de hielo se debería porque los bloques cayeron abruptamente a la laguna, y éstas emergieron con fuerza hasta ir a parar al lugar donde continúan derritiéndose.

La acumulación de agua del deshielo, provocó que rebalsara la laguna Riticocha, trasvasando sus aguas hacia la laguna Pucacocha, que está como a un kilómetro de distancia cuesta abajo.

Cuando nos alistábamos para descender hasta la laguna, a lo lejos vimos a otras personas, luego que se acercaron hacia nosotros, supimos que eran especialistas del Ingemmet (Instituto Geofísico Minero y Metalúrgico), quienes también estaban reconociendo las causas que originó el aluvión del domingo 17 de octubre.

12:25 m. nos dirigimos hacia la laguna Pucacocha. La llovizna hace que aceleremos el paso. Mientras avanzamos observamos cómo el nevado comienza a cubrirse de neblina, como si nos indicara que ya habíamos visto lo suficiente.

Llegamos a la laguna Pucacocha, y la
lluvia se torna más copiosa, pero a los pocos minutos se disuade hasta desaparecer por completo.

Tal como lo habíamos imaginado, la laguna no soportó las aguas que rebosaron del Riticocha, provocando que rebalsara para luego originar el aluvión. Las aguas arrastraron el material suelto (tierra y rocas) que existe en toda la pendiente, llegando a la pampa de Ocoruruyoc. Posteriormente siguió el cauce del río, a travesando por comunidades hasta llegar a la ciudad de Urubamba.

2:40 p.m.pocas fuerzas, pero con la satisfacción de haber permanecido, aunque sea, por algunas horas muy cerca al nevado Chicón.

A medio camino el cielo comienza a despejarse, y se ve al Chicón en toda su plenitud, sin duda todavía imponente, pero en el fondo amenazante, porque de seguir rompiéndose su coraza de hielo y derritiéndose por el calentamiento global, la situación de peligro para la población puede ser otra, quizá más grave de la que se presentó en 1942.

Recomendaciones brindadas por Predes
  1. Abrir y ampliar el cauce del río en el área urbana, considerando el reforzamiento con defensas ribereñas y profundización del cauce.
  2. Implementar un sistema de alerta temprana, ante aluviones, huaycos y deslizamientos.
  3. Monitoreo constante del nevado, implementado relaciones con el Ministerio del Ambiente y la unidad de glaciología.
  4. Es necesario el fortalecimiento del Comité de Defensa Civil Provincial de Urubamba.
  5. Realizar estudios puntuales en las zonas inestables de la parte alta de la microcuenca.
  6. Conocer el volumen de material depositado en la Pampa de Ocoruruyoc, que permitirá conocer la cantidad del material removido de la parte alta y definir su dimensión en futuros eventos.

Por Héctor Chambi
Holguín