29 dic 2010

El peligro que implica el nevado Chicón

El Centro de Estudios y Prevención de Desastres - Predes, preocupado por lo ocurrido en la provincia de Urubamba tras el aluvión del 17 de octubre del presente año, realizó una visita de inspección al nevado. Luego de recoger información en la misma zona, emitió un informe técnico en el que brinda recomendaciones que tendrían que tomar en cuenta las autoridades del Comité Provincial de Defensa Civil, en el más corto plazo.

A través de una crónica, les presentamos el problema real del
nevado Chicón, y las acciones realizadas hasta el momento.

Al promediar las 23:00 horas, se produjo un aluvión de regulares dimensiones en la microcuenca Tullumayo, proveniente de la laguna Pucacocha.

Lunes 18: el Comité Provincial de Defensa Civil de
Urubamba, realizó la evaluación preliminar de daños, determinando que la comunidad de Yanaconas Chicón y el sector de Chichubamba fueron los más afectados. Entre tanto en la ciudad, el lodo ingresó a varias casas de la avenida Mariscal Castilla.

Personal de Predes se desplazó hasta la provincia para asesorar al Comité, y determinar las acciones inmediatas para atender la emergencia. La evaluación de daños determinó que 144 familias están damnificadas y 581 afectadas, quedando decenas de campos de cultivo afectados.

Viernes 22
Un equipo de especialistas de Predes, emprenden el ascenso al nevado Chicón. Este equipo, además, está integrado por dos representantes de la municipalidad, un guía y sus dos asistentes, estos tres últimos de la comunidad de San Isidro Chicón.

10:00 a.m. se parte desde la ciudad de Urubamba hacia la punta de carretera (en camioneta).

10:35 a.m. se llega a la zona de Capulioc (el camino aún no es pesado, es una pampa ligeramente empinada).

11:46 a.m. se entra a la zona de Queuñayoc -bosque de Queñua, planta nativa- (lugar empinado, con un camino accidentado).

12:28 m. se sigue subiendo por la zona de Queuñayoc (3900 m.s.n.m).

2:23 p.m. se está saliendo hacia el abra de Queuñayoc.

5:10 p.m. se llega al final del abra de Queuñayoc, se divisa con notoriedad las cárcavas del aluvión que afectaron varias comunidades y a la propia ciudad de Urubamba. Se aprecia el imponente nevado Chicón.

Hubo algunas complicaciones en el ascenso, dos compañeros sufrieron fuertes calambres en las piernas.

Se acampa en la casa ecológica que construyeron los comuneros de San Isidro Chicón, con dinero ganado en un concurso sobre proyectos relacionados al cuidado del ambiente. Ellos vienen impulsando el turismo vivencial.

Sábado 23
Reconocimiento de las lagunas y las causas del aluvión.

06:41 a.m. se parte hacia las lagunas. El tiempo estimado de camino, nos indica el guía, es de 2 horas.

07:20 a.m. se está pasando por encima de la pampa de Ocoruruyoc. Se observa cómo se ha formado un inmenso lecho con el lodo y las rocas que se deslizaron. La neblina es espesa, y en momentos nos corta la visión del camino.

Estamos sobre los 4545 m.s.n.m. Estos datos le da el equipo de GPS (Sistema de Posicionamiento Global) que lleva mi compañero, el mismo que servirá para marcar los puntos a los que estamos llegando.

09:17 a.m. se llega a dos lagunas, Qomercocha y Wiñajcocha. Estamos a pocos kilómetros del nevado. Desde donde nos encontramos, se observa los grandes bloques de hielo y el manto de nieve que cubre al Chicón.

Nuestro guía, Ober Mañaccasa, nos indica que la laguna de Wiñajcocha ha crecido en comparación a meses anteriores, sus aguas discurren por un pequeño riachuelo que llega hasta la pampa de Ocoruruyoc, formando junto a otros riachuelos, el río Chicón, que en la ciudad de Urubamba toma el nombre de Tullumayo.

Ober, nos precisa que algunos kilómetros cuesta arriba, existe otra laguna más grande, la que por el momento no recibió ningún nombre.

10:33 a.m. tras haber caminado por una alfombra de rocas de diversos tamaños, y muchas de ellas, inestables al momento de pisarlas, podemos ver frente a nosotros al imponente nevado Chicón, coronado todavía su cima con algo de neblina.

Donde nos encontramos, el GPS nos indica una altura de 4780 m.s.n.m. Aquí el frío se asemeja a un refrigerador, se escuchan los silbidos que el viento le arranca a las rocas y a los grandes bloques de hielo.

“Es increíble, pareciera que hubiera explotado el hielo”, exclaman los dos jóvenes ayudantes del guía, Juan Carlos Quillahuamán Huamán y Juan Pablo Huamán Tunqui. Es cierto, parece ser una explicación lógica, al ver grandes trozos de hielo -que podría llegar a medir el tamaño de una habitación- desperdigados a varios metros.

Frente a esta fractura de hielo se aprecia una laguna, la que han bautizado los comuneros como Riticocha. Ober, no puede terminar de creerlo. Cuando vino a este lugar hace algunos meses, no encontró tal escenario, ni mucho menos la laguna. “Sólo era como un pozo con agua”, nos afirma.

Nuestro compañero, Alfonso Díaz, nos da una explicación de lo que podría haber sucedido. El hielo del nevado comenzó a desintegrarse por el cambio de temperatura (semanas anteriores el cielo estuvo despejado y con un fuerte brillo solar), formando esta laguna. Mientras que la diseminación de las rocas de hielo se debería porque los bloques cayeron abruptamente a la laguna, y éstas emergieron con fuerza hasta ir a parar al lugar donde continúan derritiéndose.

La acumulación de agua del deshielo, provocó que rebalsara la laguna Riticocha, trasvasando sus aguas hacia la laguna Pucacocha, que está como a un kilómetro de distancia cuesta abajo.

Cuando nos alistábamos para descender hasta la laguna, a lo lejos vimos a otras personas, luego que se acercaron hacia nosotros, supimos que eran especialistas del Ingemmet (Instituto Geofísico Minero y Metalúrgico), quienes también estaban reconociendo las causas que originó el aluvión del domingo 17 de octubre.

12:25 m. nos dirigimos hacia la laguna Pucacocha. La llovizna hace que aceleremos el paso. Mientras avanzamos observamos cómo el nevado comienza a cubrirse de neblina, como si nos indicara que ya habíamos visto lo suficiente.

Llegamos a la laguna Pucacocha, y la
lluvia se torna más copiosa, pero a los pocos minutos se disuade hasta desaparecer por completo.

Tal como lo habíamos imaginado, la laguna no soportó las aguas que rebosaron del Riticocha, provocando que rebalsara para luego originar el aluvión. Las aguas arrastraron el material suelto (tierra y rocas) que existe en toda la pendiente, llegando a la pampa de Ocoruruyoc. Posteriormente siguió el cauce del río, a travesando por comunidades hasta llegar a la ciudad de Urubamba.

2:40 p.m.pocas fuerzas, pero con la satisfacción de haber permanecido, aunque sea, por algunas horas muy cerca al nevado Chicón.

A medio camino el cielo comienza a despejarse, y se ve al Chicón en toda su plenitud, sin duda todavía imponente, pero en el fondo amenazante, porque de seguir rompiéndose su coraza de hielo y derritiéndose por el calentamiento global, la situación de peligro para la población puede ser otra, quizá más grave de la que se presentó en 1942.

Recomendaciones brindadas por Predes
  1. Abrir y ampliar el cauce del río en el área urbana, considerando el reforzamiento con defensas ribereñas y profundización del cauce.
  2. Implementar un sistema de alerta temprana, ante aluviones, huaycos y deslizamientos.
  3. Monitoreo constante del nevado, implementado relaciones con el Ministerio del Ambiente y la unidad de glaciología.
  4. Es necesario el fortalecimiento del Comité de Defensa Civil Provincial de Urubamba.
  5. Realizar estudios puntuales en las zonas inestables de la parte alta de la microcuenca.
  6. Conocer el volumen de material depositado en la Pampa de Ocoruruyoc, que permitirá conocer la cantidad del material removido de la parte alta y definir su dimensión en futuros eventos.

Por Héctor Chambi
Holguín

20 oct 2010

El desastre de El Chicón, qué nos dice

Lo que ha sucedido en Urubamba con el huayco proveniente de la microcuenca Chicón, nos toca nuevamente la puerta y nos convoca a tomar con toda la seriedad el tema del Riesgo de Desastres, un tema dejado de lado, porque pensamos los desastres ocurren muy de vez en cuando y hay otros temas más importantes que atender.

El Riesgo de Desastres es algo que no podemos olvidar ni postergar. Dejar que se incremente el riesgo, solo nos acerca a nuevos y más grandes desastres.

La región Cusco está sometida al riesgo de desastres, por su accidentada topografía, por su constitución geológica, por la forma cómo se usa el territorio y se explota la cubierta vegetal y se deterioran las cuencas, por la forma caótica como se instalan los asentamientos humanos y crecen las ciudades, por la falta de planificación urbana y por la forma cómo se construyen las viviendas.

Urubamba está sobre una terraza aluvial formada por huaycos antiguos de diverso tamaño. Ese cono aluvial es parte de la microcuenca del Chicón, donde existe gran potencial de deslizamientos y desprendimientos desde las laderas, que se activan con las lluvias. El nevado Chicón está en acelerado proceso de descongelamiento. Precisamente por esa razón, hay mayor probabilidad de que ocurran caídas de bloques de hielo y desprendimientos que se pueden convertir en aluviones. La amenaza del Chicón se ha incrementado debido al Cambio Climático.

No es la única vez que un huayco ocurre por el río Tullumayo. Un aluvión se produjo el año 1941 y causó importantes daños. Hoy en día Urubamba se ha expandido mucho más, y es más vulnerable que 1941, porque hay más población y más construcciones. Urubamba no puede ignorar que el nevado Chicón es un peligro potencial.

En enero pasado Urubamba se inundó por la parte baja de la ciudad, donde existían edificaciones modernas y también viviendas sencillas, unas autorizadas, otras sin autorización que se acercaron temerariamente al río ocupando su llanura de inundación que debe ser inviolable. Ahora le tocó sufrir a la parte sur de la ciudad.

Lo que ha ocurrido tiene que ser tomado como un aviso de que hay un riesgo mayor. El riesgo se puede manejar, pero para ello hay que conocer el riesgo.

Pero no se invierte dinero en estudios de riesgo, el estado (nacional, regional y local) no tiene plata para estos usos. Solamente cuando haya una plata donada por alguna agencia de cooperación es posible hacer estos estudios, ¿será que somos un país tan pobre? Los estudios de riesgo, son fundamentales para planificar el uso del territorio, porque nos indican dónde están los peligros y a qué zona van a afectar.
De los estudios de riesgo se desprenden las medidas necesarias para reducir los riesgos y se puede hacer un plan de inversiones para dar seguridad a la población y a las inversiones. Pero, sin embargo, no tenemos plata para estudios de riesgo. Tampoco hallamos una fórmula para que sea posible hacerse estudios de riesgo. ¿Podría la Universidad San Antonio Abad, participar y tomar a su cargo los estudios de riesgo? ¿Cómo hacer posible que los recursos del Canon, que recibe anualmente la Universidad, se utilicen para otorgar este servicio a la sociedad?

¿Cómo podemos avanzar?

En el año 2005, el Instituto Nacional de Defensa Civil realizó estudios para Urubamba, Calca, Ollantaytambo, Sicuani, los cuales permitieron identificar y zonificar el peligro. ¿Los conocen los alcaldes?, ¿les han servido de algo?, ¿Algún alcalde podría decir que los ha usado para ordenar su territorio y realizar obras de mitigación de riesgos? El esfuerzo realizado por ese instituto tiene que ser complementado por nuevos estudios para avanzar hacia la caracterización y dimensionamiento de los peligros en el Valle Sagrado y a diseñar los planes de gestión del riesgo.

Las nuevas autoridades tendrían que tomar muy en cuenta los desastres ocurridos hasta ahora, los cuales demandan recursos económicos para atender las necesidades de los damnificados y afectados, que no se pueden dejar de lado. No solamente distraen recursos económicos dejando de lado otras inversiones, sino también genera descontento social, insatisfacción y sume a la población en la pobreza. Lo mejor es actuar anticipadamente, empezando por conocer los riesgos, y luego proponerse un plan para reducir los riesgos progresivamente. De nada sirve proyectar acciones de desarrollo, si se van a ver afectadas con los desastres.

Hacemos un llamado a las autoridades recién elegidas para tomar muy en serio el tema del riesgo de desastres y los impactos del cambio climático, asumir compromiso con estos temas que socavan la sostenibilidad del desarrollo. Con un sentido práctico, considerando que ya se inicia una nueva temporada de lluvias, participar en la formulación de los planes de contingencia para su provincia y distrito, tener su personal técnico experimentado en el cargo de Defensa Civil y no dejar vacío este cargo, instalar y fortalecer su Comité de Defensa Civil y que funcione de manera permanente durante la temporada de lluvia, poniendo a trabajar a sus miembros en diversas tareas de preparación para emergencias.


Por Gilberto Romero Zeballos
Especialista en gestión de riesgo de desastres
Predes

15 oct 2010

¿Que nos ha mostrado la última temporada de lluvias en Cusco?

Durante las últimas cinco décadas, de manera progresiva y espontánea, en las laderas alrededor del centro de la ciudad, se han ido localizando miles de viviendas, la mayor parte de ellas de adobe, construidas sobre suelos deleznables de alta pendiente, las cuales están sometidas actualmente a un proceso de desgaste y debilitamiento acelerado, por acción de las lluvias que las erosionan y les quitan parte del terreno que las soporta. Muchos plásticos azulinos se han visto colocados por los habitantes en su afán de protegerlas y evitar el desgaste y el posible colapso. ¿Cuánto tiempo más se podrá defender esas viviendas?

De otro lado, en el centro de la ciudad, existen muchas familias habitando en viviendas multifamiliares antiguas, deterioradas, debilitadas por el humedecimiento de las paredes producido por lluvias, filtraciones de agua, desagües y por drenes, las cuales presentan una alta densidad poblacional e incluso hacinamiento.

En el primer caso las viviendas nacieron vulnerables y están incrementando su vulnerabilidad aceleradamente. La temporada de lluvias pasadas nos mostró esas condiciones de vulnerabilidad y las zonas de la ciudad donde la situación es más crítica. ¿Habrá algún cambio para el próximo año?

En el segundo caso las viviendas antiguas devienen en vulnerables con los años, como consecuencia del deterioro físico, del sobreuso y el escaso mantenimiento.
En ambos casos la vulnerabilidad sigue acumulándose y no se hace algo significativo para detenerla. Esto refleja la poca importancia que tiene la PREVENCIÓN, en la escala de valores de la gente y de las autoridades. ¿Habrá alguien que se “compre el pleito” y tome la iniciativa de detener este proceso?

Ya es tiempo de gobernar el futuro y no solo atender los problemas del presente. Autoridades y población de manera concertada y participativa están convocadas a construir un ACUERDO para ordenar la ciudad, mejorar su seguridad física ante lluvias y terremotos y desarrollarla planificadamente.

¿Por qué hay gran vulnerabilidad?

a) Las viviendas que hemos construido no tienen la resistencia suficiente para soportar la acción de las lluvias.
b) Hay viviendas que están ubicadas en zonas de ladera donde el suelo es deleznable y fácil de ser arrastrado por lluvias.
c) Hay viviendas que están dentro del área de inundación que todo río tiene y debe estar despejada para que el río se expanda en épocas de crecidas. Pero hemos encajonado al río, hemos construido hasta el mismo borde.
d) Se ha debilitado las riberas de los ríos al quitarles la vegetación o extraer materiales.

¿Cómo reducir esta vulnerabilidad?

  • Que la Administración Técnica del Distrito de Riego (ATDR) haga la demarcación de las fajas ribereñas en los principales ríos. Estos hitos serán la señal visible que estas áreas no se pueden ocupar para viviendas ni otros fines. Es área intangible.

  • Hacer los estudios de riesgo de las zonas afectadas por lluvias e inundaciones para conocer cuál es el riesgo de que se afecten otra vez, esto permitirá definir dónde reconstruir las nuevas viviendas y cuáles son las medidas para reducir el peligro y la vulnerabilidad existente.

  • Definir proyectos de reducción de vulnerabilidad, tales como: tratamiento de cuencas y microcuencas, tratamiento de riberas de los ríos, estabilizar las laderas deleznables, etc.

  • Establecer el diálogo y concertación entre autoridades y población para adoptar medidas de reforzamiento de aquellas viviendas que son salvables, y reubicar aquellas que se ubican en zonas de peligro.

  • De cara al futuro, se necesita una gran concertación entre autoridades y población y quienes venden y habilitan tierras urbanas, para evitar y controlar la expansión de las ciudades hacia zonas de peligro.

  • Es necesario organizar todas estas propuestas en un Plan de Gestión del Riesgo de Desastres. La región lo tiene pero que cada provincia y distrito haga el suyo.

La vulnerabilidad acumulada a lo largo de décadas no se va a reducir en un solo año. Se necesitará varios años para reducirla progresivamente, pero hay que comenzar ya. Es una responsabilidad ética que no se puede eludir. Quienes se preparan para postular a gobernar en municipios y región no pueden dejar de lado este problema, porque todos necesitamos seguridad.

Por Gilberto Romero Zeballos
Especialista en Gestión de Riesgo de Desastres de Predes

Voces que esperan ser escuchadas

Han pasado más de ocho meses de los desastres y las viviendas continúan destruidas. Al respecto sólo voces aisladas aportan a la reconstrucción.

Felicitas dormía cuando ocurrió. Los gritos de los vecinos, el ruido del río que inundaba su vivienda y la torrencial lluvia que no dejaba de caer hizo que despierte a sus tres hijos y salga huyendo de su casa. Pasada las horas, observar que todo estaba destruido y que sus pertenecías navegaban en lodo y agua de la mañana, le hizo pensar que lo que estaba viendo era parte de una pesadilla; pesadilla que ese día era compartida por muchas familias de la provincia de Anta.

Los meses de enero, febrero y marzo ocasionaron las emergencias en la región Cusco, las lluvias originaron deslizamientos e inundaciones que arrasaron con todo lo que encontraron a su paso. Las viviendas precarias y los terrenos cercanos a ríos fueron los más afectados.

Se hizo evidente la ausencia de planes de contingencia ante este tipo de hechos, la falta de una cultura de prevención por parte de los pobladores y autoridades. Ante este panorama, se trató de resarcir errores con ayuda de momento, como abrigo y alimentos que en muchas localidades no fueron suficientes para las miles de personas damnificadas.

Han pasado siete meses. La escena no ha cambiado, menos la crítica situación en la que se encuentran cientos de familias de la provincia. Sectores como Vallecito, Sauces y Santa Rita siguen esperando la ayuda humanitaria a la que muchos se comprometieron.

Un recorrido por dichas localidades nos permite comprender que tras cada vivienda destruida, tras cada hectárea de cultivo perdido, tras cada familia afectada; existen historias que esperan ser escuchadas. La depresión por lo pasado y los temores por nuevas inundaciones ocupa la mente de muchos.

La reconstrucción: es un pedido conjunto por los pobladores de la zona, esta tarea sólo será posible con el esfuerzo de todos. Al parecer, por ahora sólo ha sido escuchada por voces aisladas que silenciosamente cumplen dicha labor. Predes y Welthungerhilfe han iniciado esta tarea a través de la contribución económica de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea - ECHO, para la construcción de módulos de vivienda temporal que beneficia a familias de insuficientes recursos económicos.

A escasos meses del inicio de la temporada de lluvias, pero a muchos meses de haber ocurrido las inundaciones; las angustias se aproximan nuevamente. Felicitas observa su casa destruida y quiere ya despertar del mal sueño que le tocó vivir a inicios de año.

Por Zaida Tecsi Cruz

7 ago 2010

Periodismo en tiempo eleccionario

La práctica habitual del periodismo es, dicen, como navegar en mar calmo. Paraeso se estudia. Pero a veces sobrevienen tormentas que agitan a las redaccionesy los otrora calmosos colegas deben afrontar nuevas situaciones. Esta analogíavale para lo que está pasando ahora mismo pues se ha desatado una tempestad quese veía venir: el periodismo eleccionario.

El fenómeno es histórico. En todos los procesos electorales republicanos se haelegido el tiempo de campaña para publicación de títulos nuevos o bien se haplanificado con anticipación las fundaciones de diarios que se proclamaron comoindependientes pero que nunca lo fueron.

¿Ejemplos? Algunos sonados y nos remitimos solo al siglo 20. El famoso matutinoLa Prensa, fundado en 1903, tenía clara intención política y eleccionaria (y asílo fue a lo largo de toda su historia). Desde el principio estuvo al servicio deNicolás de Piérola y su Partido Demócrata y todos los famosos de su redacción,Cisneros, Yerovi, Valdelomar, Mariátegui, Ulloa, acompañaron en su momento alCalifa. No les fue bien y lo vendieron a otro aspirante al Sillón y asísucesivamente. Murió en 1984 precisamente porque ya no tenía auspiciador depretensiones presidenciales.

En 1917 se fundó el combativo diario El Tiempo con la intención de demoler alpresidente Pardo y preparar y sostener la candidatura de Augusto B. Leguía.Triunfó en sus dos propósitos pero después, su director Pedro Ruiz Bravo quisohacer periodismo independiente y terminó deportado por el democrático dictador.El general Manuel Odría también pretendió utilizar la prensa para promover sugobierno y futura candidatura y promovió La Nación, que nadie compraba porque sesabía su origen. Un fracaso.

En 1961 un grupo de belaundistas liderados por Manuel Mujica Gallo unieronesfuerzos para fundar Expreso primero y luego Extra. Lograron su propósito enlas elecciones de 1963 llevando a Fernando Belaunde a la presidencia y a Mujicaa una regia embajada europea.

Pero aparte de los diarios es interesante observar el intenso movimiento en lazona llamada Prensa Chica, aquella semanal, con frecuencia de combate y a veceshasta anónima. Ahora mismo en Lima, cuando se acercan las eleccionesmunicipales, vemos en los quioscos periódicos desconocidos que seguramentemorirán apenas depositemos nuestros votos. Nadie los persigue, les pide cuentasni licencias. Es ni más ni menos que una suerte de periodismo pirata de malacalidad pero que merece ser observado pues, al final, son parte de nuestratradición periodística.

Por Juan Gargurevich - http://tiojuan.wordpress.com/

6 ago 2010

18 de Agosto, 10:00 am: Simulacro Nacional de Sismo

Esta práctica busca concientizar a la población sobre el riesgo que se corre ante los movimientos sísmicos propios de la zona en la que se encuentra el territorio nacional (Cinturón de Fuego del Pacífico). Asimismo se medirá la capacidad de preparación y respuesta de las autoridades, instituciones y población en general frente a este tipo de evento natural.
El Gobierno Nacional, mediante la Resolución Suprema Nº 159-2010-PCM del 1 de Julio, aprobó la ejecución del Simulacro Nacional de Sismo, fijando como fecha de realización el 18 de Agosto de 2010 a las 10:00 de la mañana. El simulacro es de carácter obligatorio en todas las instancias del Estado y compromete además la participación activa del sector privado.

Comisión Organizadora

Presidente del Consejo de Ministros, quien la preside.
Instituto Nacional de Defensa Civil, coordinación general.
Ministro de Defensa.
Ministro de Educación.
Ministro del Interior.
Ministro de Salud.
Ministro de Vivienda.
Director General de la Policía Nacional del Perú.
Representante de la Asamblea Nacional de Presidentes Regionales.
Alcalde de la Municipalidad de Surquillo.
Representante de la Municipalidad Provincial de Lima.

El INDECI, en su condición de Coordinador General del Simulacro, ha elaborado la Directiva Nº 008-2010-INDECI/DNO con la finalidad de establecer los lineamientos para la organización, preparación y ejecución del Simulacro Nacional de Sismo como parte del Plan Nacional de Prevención ante Sismos 2010.

Objetivo del Simulacro
El Objetivo del simulacro es evaluar la capacidad de preparación y respuesta de las autoridades instituciones y población, mediante la ejecución de un simulacro a nivel nacional, con la participación de los organismos del SINADECI, para proponer mejoras al plan de operaciones de emergencia y lograr que la población se concientice y se prepare de forma adecuada ante la posible ocurrencia de una sismo de gran magnitud en territorio Peruano

a) Facilitar la evaluación y actualización de los Planes de Operaciones de Emergencia Regionales y locales.
b) Fortalecer las relaciones de coordinación y colaboración entre autoridades, sectores, agencias de cooperación, organizaciones vecinales y empresas e instituciones públicas y privadas.
c) Sensibilizar a las autoridades y población.
d) Contribuir a reducir la pérdida de vidas humanas y daños a la propiedad.
e) Evaluar el funcionamiento de los Comités de Defensa Civil y los Centros de Operaciones de Emergencia.

Escenario del Simulacro de Sismo
Día : 18 de agosto del 2010.
Hora de Inicio : 10:00 a.m.
Magnitud : Estimada en 8.0° de la escala de Richter.
Intensidad : Entre VII y VIII de la Escala de Mercalli Modificada, en las inmediaciones del epicentro.
Duración : Un minuto.
Epicentro : Localizado entre 20 a 30 Km. al este de las ciudades capitales de las Regiones.
Hipocentro : Localizado a una profundidad entre 30 a 50 kms.
Tsunami : Este sismo no genera tsunami.
(*) No incluye a hospitales, clínicas, cuarteles o instalaciones de servicios públicos que no deben de interrumpir sus actividades.

Ejes del Simulacro
Activación de un Sistema de Alarma.
Evacuación de personas de lugares públicos y privados, así como de viviendas hacia zonas seguras.
Utilización de rutas de evacuación señalizadas.
Habilitación de zonas de reunión seguras para la población evacuada.
Funcionamiento de Centros de Operaciones de Emergencia.
Funcionamiento del Comité de Defensa Civil.

Realidad Sísmica del Perú
El impacto de los desastres en el planeta ha determinado que los gobiernos del mundo asuman un mayor grado de compromiso para generar conciencia en la población y buscar implementar medidas efectivas ante desastres. El Perú, no es ajeno a esta realidad debido a sus características sismológicas y condiciones de vulnerabilidad se genera un alto riesgo ante la ocurrencia de un sismo.

Los recientes sismos ocurridos en Ica (Agosto 2007), Haití (Enero 2010) y Chile (Febrero 2010) obliga a incrementar la preparación para hacer frente a un evento sísmico cuyas causas principales pueden ser:

La subducción de las Placas de Nazca con la Placa Sudamericana.
Fallas superficiales a lo largo de la Cordillera de los Andes.Fallas geológicas profundas en la zona selvática.

Fuente: Indeci

3 ago 2010

Utilicemos la comunicación para el cambio social

“…el nivel de participación de la gente hace más efectivo la estrategia de comunicación, si la gente te dice qué espera tener y escuchar, seguro que el mensaje será mucho más claro y mejor entendido…”

Entrevista con Miguel Ángel Ibarra, docente de la Facultad de Comunicación Social de la Pontificia Universidad de la Javeriana, Colombia.

¿Cuál es tu experiencia en temas de comunicación social y la gestión del riesgo de desastres?
He tenido la gran oportunidad en Colombia de participar en proyectos a través de los cuales se busca desarrollar gestión del riesgo, soportado en procesos de comunicación, es decir donde la comunicación apoya y ayuda a desarrollar los objetivos propuestos por los proyectos.

Por ejemplo, uno buscaba que la gente se sensibilizara en la Guajira en Colombia, que queda en la zona peninsular, donde hay altísimos problemas con los niveles de mar y que es muy vulnerable a los riesgos que se van a generar por el cambio climático. Otro proceso en el que venimos trabajando, es en cuatro localidades más vulnerables de Bogotá, por los efectos de los deslizamientos, inundaciones y por el mal manejo de muchos riesgos naturales que enfrentan estas zonas. Aquí estamos tratando de hacer una sensibilización sobre riesgos.

¿Cuál es la estrategia que vienen utilizando para llegar a los objetivos que se han trazado?
La primera herramienta fundamental es utilizar la comunicación para el cambio social, es decir, bajar al nivel participativo de la comunicación, ir a preguntar a la comunidad cómo se comunican ellos, que les resulta efectivo para comunicarse. Muchas veces uno llega con la estrategia hecha como una receta de cocina, pero resulta que las comunidades tienen sus propias dinámicas de comunicación, porque con o sin comunicadores las comunidades se comunican.

Hemos tenido experiencias maravillosas, el saber que a la gente le gusta comunicarse a través del deporte, detrás de un campeonato de fútbol o un concurso de canto podemos estar dándoles el mensaje de prevención de desastres. El nivel de participación de la gente hace más efectiva la estrategia de comunicación, si la gente te dice qué espera tener y escuchar, seguro que el mensaje será mucho más claro y mejor entendido.

¿Cómo es el abordaje del tema por parte de los periodistas en el lugar que vienen laborando?
El asunto con los periodistas colombianos, donde suceden tantas cosas a toda hora, es que manejan unas agendas muy cortas de tiempo y tienen niveles bajos de preparación específicamente en temas de gestión del riesgo de desastres, que son mensajes un poco más técnicos de un lenguaje más científico que hay que aterrizárselos a ellos.

Nosotros en el proyecto lo que hemos intentado son jornadas cortas de capacitación en donde al periodista se le dice que estos mensajes también son noticia, incluso se les relata y se les narra maneras informativas de presentar esa información que muchas veces puede resultar aburrida o que ellos digan que eso no me vende mi medio, pero estamos buscando la manera de hallar noticiabilidad desde la gestión del riesgo a través de procesos de capacitación para periodistas.

¿Hay algún resultado?
Si claro, en este momento al proyecto le han dado cobertura los programas de las cadenas de radio más grandes del país. También hemos tenido cubrimiento de la televisión local e informativa que ha reportado sobre el proyecto, sobre la prevención y evidentemente estamos buscando ahora mismo pasar en televisión nacional un comercial referido a la prevención.

Tú como docente universitario que les podrías decir a los futuros periodistas o comunicadores. ¿Hay la necesidad que se especialicen en estos temas, y de ser así, habría un espacio laboral para ellos?

El consejo mío para los estudiantes de comunicación es que sean buenos comunicadores sociales, acá no estamos hablando de un comunicador para la gestión del riesgo, estamos hablando de un comunicador social que sea innovador, que sea estratégico, que no le de miedo la investigación y que se aproxime a temas novedosos. No es una persona diferente a la que sería un buen periodista o un buen comunicador, si eres bueno en eso, seguramente vas a tener tu lugar y espacio laboral en el futuro.

Les comparto que en Colombia hay 52 escuelas de comunicación que semestralmente están graduando a un promedio de 2 mil estudiantes de comunicación, convirtiéndolos en profesionales en un sitio donde hay dos canales privados, dos medios nacionales. Tenemos que tener conciencia de que hay que hacer las cosas con mucha energía y con mucha fuerza, y ser buenos en el campo en que se está compitiendo.

Fuente: Boletín Prevención (Predes)

1 ago 2010

Impulsemos proyectos comunicativos para la gestión del riesgo de desastres

En el boletín Prevención, setiembre del 2008, editado por el Centro de Estudios y Prevención de Desastres (Predes), se publicó una serie de entrevistas a destacados periodistas/comunicadores de la Subregión Andina.

Esta vez les compartimos la entrevista hecha a José Fernando López Forero, integrante de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica – ALER, Ecuador. Comenta sobre el abordaje de temas de gestión de riesgo de desastres que vienen haciendo alguna de las radios que integran esta asociación.

¿Cuál es la experiencia que tiene ALER frente al abordaje de temas en gestión del riesgo de desastres?
Nuestra experiencia en concreto está en que sólo algunas radios o coordinadoras nacionales han hecho producciones en estos temas, y pienso que faltaría mucho por hacer. Lo que yo he tratado de presentar en mi intervención es algo así como la perspectiva desde la cual ALER quiere seguir incrementando el trabajo en la comunicación para la gestión del riesgo.

¿Cómo lo está haciendo?
Yo te lo resumiría en entender que cada emisora de radio en cada lugar del continente tendría que construir con mucha claridad su proyecto político comunicativo, que implica que tipo de comunicación quiere hacer. La manera de entender la comunicación, y desde que perspectiva quieren ser actores sociales que le da un carácter político a la actividad de la radio, y en ese escenario entraría como uno de los temas claves la gestión del riesgo, como entraría cualquier otro tema, como por ejemplo, el relacionado con la gestión pública, es decir la educación y la salud, y que sea la gestión del riesgo un tema más de la programación por la importancia que tiene, pero enmarcado dentro de un proyecto político comunicativo en las emisoras y redes.

¿Cuál es la diferencia entre ser periodista y comunicador?
La diferencia no tenemos que buscarla por el lado de los adjetivos, es decir, si yo soy un periodista de un medio comercial o soy periodista de una radio comunitaria. Siento que la diferencia esta justamente en el enfoque y la perspectiva desde las cuales se hace comunicación, que eso se exprese en lo que hago, en el producto, en la manera cómo trabajo la información, en la perspectiva que tengo para trabajar el tema. Si me quedo en el hecho mismo de la noticia sin dar un contexto, sin relacionarlo, sin hacerle un seguimiento, o si por el contrario me quedo en algunas voces institucionales y no recupero miradas de otros actores de la comunidad, se habrá hecho poco. Entonces la diferencia se expresa en el producto comunicativo que yo elaboro.

De acuerdo a tu experiencia, ¿cómo asume el periodista, las autoridades y la población el tema de la gestión del riesgo de desastres?
Hay mucho imaginario frente al tema del riesgo que está muy vinculado a creencias y mitos. Yo siento que muchas poblaciones y comunicadores siguen o seguimos pensando que algunos desastres son naturales, y creo que justamente la Comunidad Andina está haciendo entender este tema a través de estos eventos, que claro también los están haciendo muchas otras instituciones en diversos países. Creo que aquí debe haber una corresponsabilidad de la prevención, la mitigación y dar otra mirada sobre el riesgo, y que nos permite aún sobre riesgos inesperados, ser capaces de gestionar esos riesgos cuando lleguen y no se conviertan en desastres.

¿Qué crees que se puede hacer para que los directores, editores o los gerentes de los medios de comunicación se interesen en estos temas?
Yo pienso que en ese sentido hay una dificultad que hay que ver cómo se maneja, y alguien que lo dijo con mucha claridad, ese tema no vende. Pienso que el hablar en esos términos limita mucho que el tema se incluya independientemente, inclusive de que no venda. Creo que no puede mirarse desde esa perspectiva de que se venda o no, este es un tema de importancia cotidiana cada vez más clave por todo lo que se está viviendo en mundo y el planeta.

Siento que ahí está el gran reto de cómo hacer que eso no nos condicione y que de todas maneras los directores de prensa, los jefes y los editores entiendan que eso es tan importante como la salud, la educación, el trabajo, la economía; tan importante como los Tratados de Libre Comercio. Este tema es realmente tan importante que cada vez esta cobrando relevancia por los impactos que tienen los desastres. Hay desastres que por ser rutinarios se vuelven como cíclicos y entonces caemos en que son naturales y entonces no hay nada que hacer, es ahí donde tenemos que incidir para cambiar esa idea equivocada.

¿Qué crees que le falta al periodista/comunicador para abordar estos temas?
No sólo al periodista/comunicador sino en general a nosotras las personas nos debe interesar el tema. Pero creo que un periodista debe conocer más del tema; sin embargo, no hay mucho conocimiento y pienso que allí está el reto, para de esta cambiar actitudes y sobre todo esquemas del comportamiento que tiene la gente frente a la forma de reaccionar adecuadamente.

¿Qué consejos les darías a los periodistas/comunicadores?
Que tenemos un gran reto frente a este tema y que lo asumiremos de manera responsable si lo relacionamos con toda una serie de realidades y de otras problemáticas que están relacionadas entre si, porque este tema no está suelto. Tenemos un reto a todo nivel, sigamos cumpliendo el papel de mediadores, pero fundamentalmente de actores sociales para la búsqueda de una gestión del riesgo integral.

Fuente: Boletín Prevención (Predes)

24 jul 2010

Dolor y tristeza como noticia

¿Cuándo descubrió la televisión la alta rentabilidad de las lágrimas en vivo y en directo y como noticias abridoras de sus noticieros centrales? los melodramas del cine primero y los radioteatros después fueron eficaces bombas lacrimógenas para todos pero había una diferencia fundamental: nosotros “sabíamos” que eso era mentira y que los guionistas apelaban a lo que se llama periodísticamente “fibras íntimas” para convocar un par de lágrimas y, porqué no, hasta un sollozo.

Pero hay un momento en la historia de la TV (punto de quiebre que no ubico pues no soy especialista) en que los periodistas se convierten en una especie de guionistas y transforman lo que antes era una noticia en un espectáculo que se rige más por los ritos y códigos de la dramaturgia que por los simples y venerables de la información.

Ningún noticiero local de hoy que se respete abrirá su escenario anunciando lo que ha pasado de importante y significativo en el país y mucho menos en el mundo, porque aquí de lo que se trata es de mostrar cómo lloran los demás por la muerte de sus seres queridos.

“¿Tenemos un buen velorio?” es probable que pregunte un editor a sus reporteros, a juzgar por las imágenes que nos ofrecen. La política, la economía, los movimientos sociales, que antes eran las nuevas principales han sido definitivamente postergadas por el desfile de dolientes de padres de familia asesinados, niñas secuestradas, madres mal atendidas en hospitales, jóvenes secuestradas, desconocidos atropellados y muertos, autobuses desbarrancados, obreros abaleados por sicarios, empleados infortunados ultimados por “marcas”… Y cuando no hay imágenes reales está la solución de la Dramatización del hecho en que actores reconstruyen el suceso.

El periodismo solía tener una respuesta ante reclamos por exageraciones: “solo somos mensajeros… ustedes ponen los hechos y nosotros los contamos como noticia”. Y es verdad pero solo parcialmente porque el buen periodismo jerarquiza, escoge y difunde lo significativo.

Es, en suma, el dolor como espectáculo.

Y en este orden de cosas hay también que llamar la atención sobre la pobreza convertida en atracción televisiva. Una vez por semana un programa de televisión lleva a alguna figura conocida para que comparta las penas y pesares de una familia que debe ser lo más mísera imaginable, y escogen tan bien que los pobres se sienten reconfortados de ver como hay más pobres que ellos… Esto es lo que tenemos aquí: una televisión trivial, empobrecida, que –salvo raras excepciones- ha abandonado su rol informativo para convertirse en un espectáculo de miserias.

Por Juan Gargurevich, docente de periodismo de la Univerdad Católica de Lima y de la Universidad Mayor de San Marcos

23 jul 2010

Helada Vs. Friaje

“Puno vive un fuerte temporal de friaje”, “friaje afecta el sur del país”, “niños mueren a causa del friaje en Puno”, “declaran en emergencia varios departamentos del país por ola de friaje”… desde el inicio de la temporada de invierno (o días antes), titulares como estos se han venido dando en los diferentes medios de comunicación no solo del ámbito regional sino nacional, donde equivocadamente se viene confundiendo el termino friaje con el de heladas o quizás bajas temperaturas, que desde el uso de la terminología en la gestión de riesgo de desastres, ésta se halla desencajada con la realidad que se vive en las zonas altoandinas.

Este yerro también viene siendo repetido hasta el hastío por el mismísimo jefe del Estado, Alan García Pérez, quien en sus múltiples anuncios de ayuda a los damnificados y/o afectados por el taladrante frío, pronuncia el termino de “friaje” en vez de heladas. Según los compendios que se abocan a tocar el tema, precisan que el friaje, es un fenómeno (como lo son las heladas) que se dan en las zonas tropicales y subtropicales (zonas húmedas y de calor) de nuestro país, donde las temperaturas mínimas de frío no llegan por debajo de los cero grados centígrados.
Otra característica es que son fenómenos dinámicos, es decir que se pueden presentar esporádicamente en diferentes temporadas del año, conocidas en la zona de selva como el frío de San Juan. Es preciso aclarar que este descenso de la temperatura, llega a valores positivos de hasta cinco grados centígrados o quizás menos, causando daños en los campos de cultivos y la salud de las personas, debido al cambio brusco de éstos, pero los daños son menores comparativamente con las heladas.

Entre tanto la helada, de cuerdo a la terminología básica que maneja el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) precisa que: “…se produce cuando la temperatura ambiental baja debajo de cero grados. Son generados por la invasión de masas de aire de origen Antártico y, ocasionalmente, por un exceso de enfriamiento del suelo durante cielos claros y secos… es un fenómeno que se presenta en la sierra peruana…”.

Adicional a esa definición podemos decir que las heladas se presentan en las zonas altoandinas ubicadas por encima de los 3 mil 500 metros sobre el nivel del mar (y hay casos en que se registran por debajo de esa altura), donde la temperatura llega a valores extremos tales como los que se dan en los distritos de Mazocruz, Capazo, Conduriri, Pizacoma y otros del lado sur de la región Puno, donde se estima que el frío y no “friaje” alcance hasta los 27 grados bajo cero, según los últimos reportes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). El fenómeno de las heladas son estáticas en su mayoría, pero ahora con la alteración climática que se presenta no solo en nuestro país sino en el mundo entero, se están prolongando más de lo debido, por lo general la estación de invierno se inicia a fines del mes de junio y finaliza al concluir el mes de agosto o las primeras semanas de setiembre, pero de acuerdo al Senamhi la temporada de bajas temperaturas se inició el mes de mayo y se estima que dure hasta el mes de octubre, a pesar que Puno, por su ubicación geográfica siempre presentará un invierno prolongando, debe preocuparnos que el extremo frío persista cronológicamente más de lo acostumbrado.

Después de lo precisado, todos, comenzando desde el presidente de la República y su séquito de asesores (incluyo al Indeci) a no confundir o relacionar la palabras frío con fríaje, utilizando este último para desinformar y confundir el término de heladas, porque empleando una terminología adecuada en Defensa Civil comenzaremos a forjar la tan anhelada Cultura de Prevención que el país necesita con suma urgencia.

Por Héctor Chambi Holguín

22 jul 2010

Los medios de comunicación y la prevención de desastres

Otra vez lo mismo. “los desastres naturales causan estragos en varias regiones del país”, “continúan los daños por la inclemencia de la naturaleza”, “varios departamentos del país son azotados por los desastres naturales”... de seguir mencionando los titulares o los comentarios que en los últimos días se han venido dando en los distintos medios de comunicación, simplemente la lista sería muy larga y hasta tenebrosa.

Es verdad, vivimos en un país donde es común la presencia de fenómenos naturales peligrosos, que pueden ir desde un ligero movimiento sísmico hasta lluvias persistentes que desencadenan otras amenazas. Pero ¿Por qué esperar hasta que estos fenómenos naturales provoquen estragos en la población?, ¿Qué es lo que esta fallando, o mejor dicho, qué es lo que estamos dejando de hacer? Quiero centrarme esta vez en los medios de comunicación -que en la práctica son medios de información- para hacerles recordar que su trabajo no sólo debe estar dirigido a hacer que las “noticias malas sean buenas para ellos”, es decir, orientar principalmente su atención a las pérdidas de vidas humanas o los daños materiales provocados por un desastre, y más no en impulsar una cultura de prevención, en los procesos de desarrollo local.

Recuerdo muy bien la intervención de una periodista de un medio escrito de Lima (Perú 21), que fue invitada como panelista al taller sobre los retos de la comunicación en la gestión del riesgo/prevención y atención de desastres, desarrollado el mes de febrero de 2008 por la Comunidad Andina. Ella comentaba sobre la censura de su nota periodística enviada desde una de las zonas de Pisco, afectadas por el terremoto del 15 de agosto. Su artículo no fue publicado debido a que en el mostraba el lado positivo tras el desastre: la organización y respuesta de los moradores por reponerse de los daños.

Su medio -como la mayoría, por no decir la totalidad- quería una nota periodística “vendedora” que muestre los muertos, los heridos y el dolor de los deudos. Sólo en estas actitudes nos damos cuenta que los medios y también los comunicadores, se están excluyendo de su responsabilidad como actores principales para impulsar una cultura de prevención.

El rol de los medios escritos, televisivos y radiales, está justamente en informar, educar y generar opinión, sobre un determinado hecho. Lo fundamental aquí es que se valore estas características elementales de la comunicación, pero abocada a la gestión del riesgo o conocida como la prevención y atención de los desastres. Lo correcto, es que se comience a abordar el tema de los desastres, no cuando éstos se hayan dado, sino antes, es decir en la prevención o manejo del riesgo, y una de las formas de hacerlo es orientando o exhortando a las autoridades para que fortalezcan sus comités de Defensa Civil, o consideren en sus presupuestos participativos recursos para el manejo del riesgo o prevención de desastres.

También se debe incentivar a que el tema se incorpore en la Currícula Escolar, porque se sabe que formando niños con una cultura preventiva, se tendrá generaciones que comprendan y valoren que la naturaleza no es “mala”, y muy por el contrario, entiendan que la forma más correcta de convivir con la ella, es conociendo su proceso de reacción cíclica, y claro, haciendo una oportuna gestión del riesgo de desastres. Gustavo Wilches-Chaux, especialista en temas de comunicación en prevención de desastres, sostiene que la función esencial de los comunicadores está en restablecer los lazos comunicacionales entre las comunidades y la naturaleza, llevando la información desde la ciencia o lo académico hacia la población y a su vez estos se conviertan en herramientas colectivas de adaptación a los cambios. Mientras que lo científico y técnico sea orientado hacia las autoridades para que se concreticen en decisiones políticas de gestión de riesgo de desastres.

Sabemos que marcha de manera lenta pero positiva, el proceso de empoderamiento sobre el rol que les toca desempeñar a los comunicadores frente a la prevención de desastres, pero lo que se espera más adelante es que los titulares o comentarios sobre la ocurrencia de fenómenos naturales peligrosos, no sean más: “los desastres naturales causan estragos en varias regiones del país”, “continúan los daños por la inclemencia de la naturaleza”... sino por el contrario: “oportuna aplicación del Sistema de Alerta Temprana evitó que población sea afectada por desborde de río”... “comunidad entera evacua de zona de deslizamiento, conscientes del peligro al que están expuestos”... “en 90% disminuyen los desastres en todo el Perú, esto por la oportuna prevención hecha por los comités de Defensa Civil”.

Por Héctor Chambi Holguín

La gestión del riesgo: un equilibrio entre el desarrollo y el ambiente

Allan Lavell doctor en Geografía Económica, de nacionalidad británica, especialista en gestión de riesgo de desastres, en una entrevista concedida a Repiensa nos habla de la importancia de que la gestión del riesgo sea aplicada en todo proceso de desarrollo.

Repiensa: ¿Qué experiencia tienes en temas de gestión del riesgo de desastres?
Allan Lavell: A nivel internacional principalmente me he involucrado en debates académicos y de práctica. En América Latina hemos estado inmersos en el desarrollo de conceptos, ideas, nociones e instrumentos. En la práctica, con algunos proyectos de intervención en distintos países de la región.

R: Has precisado que en América Latina no se estaría aplicando como debe ser la gestión del riesgo en el desarrollo.
AL: La condición de riesgo asociado es algo que nosotros a través de nuestras prácticas contribuimos a crear. Entonces la gestión del riesgo efectivamente tiene que ser visto como una gestión de un desarrollo equilibrado en consonancia con el ambiente que nos da sustento.
Si excedemos los límites que el ambiente nos ofrece, en consecuencia vamos a encontrar que creamos condiciones de riesgo, y eventualmente vamos a perder frente a un evento físico determinado, entonces no es un problema que haya eventos físicos impuesto sobre nosotros y nuestra voluntad, y ellos causan el daño; pero nosotros causamos las condiciones por el lugar dónde vivimos, en qué condiciones existimos, los que facilitan que las pérdidas se den.

R: ¿Un evento natural causaría menos daño siempre y cuando seamos menos vulnerables?
AL: Primero tenemos que estar expuestos a que nos impacte el evento. Como digo sino vivimos en una planicie de inundación, no podemos ser sujetos de inundaciones, pero sino podemos evitar exponernos, entonces hay varias facetas de la vulnerabilidad que debemos de controlar. Por ejemplo, si vivimos en una zona sísmica, tienes que construir con técnicas sismorresistentes, esto es lo que se llama reducir la vulnerabilidad física. Por otra parte hay otros mecanismos de control de factores de vulnerabilidad asociado con la organización social, la planificación del uso de suelo, y todos contribuyen a reducir el nivel de riesgo.

Ahora bien, muchas veces es imposible eliminar el riesgo completamente, estamos hablando de intervenciones que nos permiten poner el riesgo dentro de límites aceptables utilizando las técnicas y mecanismos que existen, como la diversificación agrícola en zonas de sequía, utilización adecuada de cultivos en zonas de inundación, construcción de casas adecuadas en zonas sísmicas, permitiendo transferir el riesgo a través de sistemas de seguros, por ejemplo.

Puede haber el mismo acto de desarrollo, tener mayores ingresos, mejor condición social, es un acto de reducción de riesgo, porque si yo tengo más ingresos puedo comprar un terreno decente y no uno sujeto a una inundaciones o deslizamiento. Pues sino tengo el ingreso, sinceramente no lo podré hacer, sencillamente me condeno a la ubicación de zonas inseguras. Entonces el desarrollo mismo, el aumento de los factores de bienestar nos permite contribuir a nuestra propia autoprotección, construyendo mejor y ubicándonos en un lugar seguro.

R: ¿A qué te refieres cuando decías que muchos hacen soluciones cosméticas y no de fondo?
AL: Lo cosmético (sonríe) es una forma de decir que no resuelven el problema de fondo, entonces es igual que el cosmético que lo pones en la cara para esconder una manchita o lo que sea, pero no lo hace desaparecer. Entonces, por ejemplo, cuando reubicamos a una población de alta amenaza a una zona de menor amenaza resolvemos un problema, es cierto, esa población está en mejores condiciones de seguridad; sin embargo sino interrumpimos el proceso a través del cual la población se encuentra en ese tipo de ubicación, entonces estamos trabajando sobre un aspecto del problema, pero no desde lo más profundo. Se debe conocer por qué la gente vive en zonas de amenaza, por qué están condenados por falta de ingresos a vivir en pendientes de 30 o 35 grados que se van a deslizar, o vivir en los lechos de los ríos o encima de las fallas sísmicas.

R: Has enfatizado que los desastres retrasan el desarrollo de un país y muchas veces es una oportunidad para un cierto grupo.
AL: Sí, cada crisis representa una oportunidad. Los desastres cuando ocurren, sin lugar a dudas destruyen bienes y vidas, y en consecuencia van en contra de las personas más pobres, porque aquellos que son de una clase media tienen un seguro que se encargará de reconstruir su vivienda destruida.

Una persona pobre muchas veces no tiene mecanismos para recuperarse; sin embargo cuando viene el proceso de reconstrucción son oportunidades para lo que llamamos el capital, de ahí se aprovechan contextos. Yo te cito un caso, durante un sismo en Costa Rica en el año 1991, los campesinos y pequeños propietarios perdieron muchos de sus medios de vida, tenían deudas con los bancos o con otros prestamistas, pero el evento redujo su capacidad de pago por falta de venta, entonces fueron sujetos de presión de las grandes empresas transnacionales de banano quienes les exigían a que les vendan sus terrenos, dejando a los campesinos sin tierras. Entonces esa es una oportunidad que se abre por un desastre, porque destruye la capacidad de muchos de sobrevivir y son sujetos a expropiación, entre comillas, de sus propiedades y negocios, y alguien se mete y saca provecho del contexto.

Yo cité en la plática ejemplos del sureste de Asia con el tsunami donde los pescadores pobres de Frilanka fueron desplazados en el interés del desarrollo de la gran industria turística en las playas que ellos ocupaban.

No podemos decir que todo es malo, pero hay una oportunidad para que alguien saque provecho y el desastre se convierte en oportunidad.

R: ¿Cuáles son las tendencias en estos últimos años de la gestión del riesgo?
AL: La tendencia del tema en general de desastre, es primero un movimiento hacia una consideración más de qué es riesgo, por qué construimos riesgo. En la sociedad ese riesgo se va a convertir en desastre, pero nos interesa disminuir el riesgo, y eso es muy importante porque antes estábamos más amarrados por la idea de que lo único que uno podía hacer era prepararse y responder a los desastres, y después reconstruir. Ahora está ampliamente aceptado que hay mecanismos muy importantes en torno al uso del suelos, el manejo ambiental, que permiten reducir ese riesgo y no es necesario que la gente enfrente desastres de tanta magnitud, quizá tengan pérdidas de algún tipo, pero podemos reducirlos.

Entonces la gestión del riesgo en su versión más actualizada, es una llamada de atención entre el riesgo y desarrollo, en la necesidad de planificar el desarrollo a la luz del riesgo que puede estar creando. Podemos pasar de reactivos a preventivos, y en consecuencia reducir el estrés, agonía y sufrimiento de muchas poblaciones cuando estos eventos ocurren.

R: Allan, qué les podrías decir a la población.
AL: Primero que haya consciencia amplia del riesgo que enfrentan. El comienzo de todo proceso de intervención es reconocer que existe y su importancia dentro de las metas y objetivos de operar de la forma más participativa, porque el riesgo otros lo ven como algo importante y otros no.

Reconocer que hay veces que es difícil intervenir, siempre hay algo que hacer, entonces el arte de la gestión del riesgo es poder implementar lo que es implementable en las condiciones sociales, económicas, políticas, culturas que reinen en un lugar particular para lo cual no hay recetas, pero la construcción colectiva de una solución es un buen comienzo al proceso.

Entrevista: Héctor Chambi Holguín